ANTOLOGIA DE MI VUELO XXIII

El apego, la costumbre y el desenfreno. El circulo indisoluble, principio y final viciado. La necesidad del egoismo como premisa primera. Ser uno para uno, relacionarse sin empatizar (prohibido el, prohibido ella, prohibidos ellos). El uno como conjunto se vuelve intransitable. Alguna vez me vibro en los oidos que para ver mas de cerca hay que pararse de lejos. Decidir, decidir. Por que la razon no nos deja descansar? Es que acaso no es suficiente padecer, que ademas se debe uno limitar? El cuerpo no flota ni se suspende, lo abstracto en la cabeza tampoco. Lo unico que se sostiene es lo sincero (las sensaciones que se llevan dentro).