ANOTLOGIAS DE VUELO (POR MI) XXII

Si no mata, te fortalece. Eso no sólo lo escuché. Vivirlo y convivirlo cada día, a veces dejándolo olvidado y reapareciendo para que sepas que está y que no se va a ir. Arden los labios, el oxigeno te pesa y la cabeza se va cayendo. Te desarma las ideas, el impulso ya no es el mismo. Bombeando al corazón con artillería pesada, no dejar de darle batalla al error que alguno cometió. Comprimiendo cada dosis de argumentos para evitar allanarse a la esperanza en decadencia.

ANTOLOGÍAS DE VUELO XXI (POR MI)

Te digo que con los pasos que doy, cada vez me sorprendo más. Superando mis propias huellas hoy me veo. No me olvido esas noches que de la cama no me levantanba. Mi vida parecia que no iba a tener un nuevo destino, ya estaban todos agotados. Todos los caminos que tenia para recorrer ya estaban señalados. No había ninugo que pudiese caminar. Corriendo sabía que a ningún lado se llegaba, porque apresurar el tiempo es pasar por alto las señales. señales que en algún momento me van a ayudar. Marcar mi propio rumbo, designar mis propios signos. Signos que me auxilien cuando nadie más pueda hacerlo. Hoy me encuentro conmigo misma, mirando el pasado y designando un presente. Un presente que construyo con mis actos, un pasado que resguardo en algún lugar de mi alma para no olvidarme de lo que esta bien, de lo que está mal. Rememorando los momentos, acoplandolos a los nuevos sentimientos. Apilando las angustias, para recordar que nada fue en vano. Todo es un principio para marcarnos una ruta propia. Señalizando los obstaculos para no volver a cruzarlos..