ANTOLOGIA DE MI VUELO XXIII

El apego, la costumbre y el desenfreno. El circulo indisoluble, principio y final viciado. La necesidad del egoismo como premisa primera. Ser uno para uno, relacionarse sin empatizar (prohibido el, prohibido ella, prohibidos ellos). El uno como conjunto se vuelve intransitable. Alguna vez me vibro en los oidos que para ver mas de cerca hay que pararse de lejos. Decidir, decidir. Por que la razon no nos deja descansar? Es que acaso no es suficiente padecer, que ademas se debe uno limitar? El cuerpo no flota ni se suspende, lo abstracto en la cabeza tampoco. Lo unico que se sostiene es lo sincero (las sensaciones que se llevan dentro).

ANOTLOGIAS DE VUELO (POR MI) XXII

Si no mata, te fortalece. Eso no sólo lo escuché. Vivirlo y convivirlo cada día, a veces dejándolo olvidado y reapareciendo para que sepas que está y que no se va a ir. Arden los labios, el oxigeno te pesa y la cabeza se va cayendo. Te desarma las ideas, el impulso ya no es el mismo. Bombeando al corazón con artillería pesada, no dejar de darle batalla al error que alguno cometió. Comprimiendo cada dosis de argumentos para evitar allanarse a la esperanza en decadencia.

ANTOLOGÍAS DE VUELO XXI (POR MI)

Te digo que con los pasos que doy, cada vez me sorprendo más. Superando mis propias huellas hoy me veo. No me olvido esas noches que de la cama no me levantanba. Mi vida parecia que no iba a tener un nuevo destino, ya estaban todos agotados. Todos los caminos que tenia para recorrer ya estaban señalados. No había ninugo que pudiese caminar. Corriendo sabía que a ningún lado se llegaba, porque apresurar el tiempo es pasar por alto las señales. señales que en algún momento me van a ayudar. Marcar mi propio rumbo, designar mis propios signos. Signos que me auxilien cuando nadie más pueda hacerlo. Hoy me encuentro conmigo misma, mirando el pasado y designando un presente. Un presente que construyo con mis actos, un pasado que resguardo en algún lugar de mi alma para no olvidarme de lo que esta bien, de lo que está mal. Rememorando los momentos, acoplandolos a los nuevos sentimientos. Apilando las angustias, para recordar que nada fue en vano. Todo es un principio para marcarnos una ruta propia. Señalizando los obstaculos para no volver a cruzarlos..

ANTOLOGIAS DE VUELO (POR MI) XX

Y si terminar es el pasado y empezar mi futuro, en un presente muy cercando no me veo donde estoy. Me confunde a mi la gente, yo solo quiero ser quien soy. Levantarme a la mañana y mirar siempre en la ventana un paisaje diferente. Viajar sin rumbo, no esperar lo que está por venir. Buscar cambios de revolución alejando el suplicio. Olvidar el purgatorio, perpetuar la existencia con uno mismo creandose el propio paraíso. Garantizarse la osadía de no consternarse cada día.

ANTOLOGIAS DE VUELO (POR MI) XIX

Una pluma trasnochadora se convierte en el mejor remedio a tanto desvelo sentimental. Pensamientos que me atraviesan la almohada, desencontrarse con la posición ideal para conciliar con los sueños. Contando las veces que me rompieron el corazón, enumerando cada una de las descepciones con las que me crucé; así y sólo así es como encuentro el botón de stop. Un stop al juicio interno, un stop a tanta sensiblería intrínsica. Redimiendo tanto revuelo, densenredando la algaravía que resurge cada noche en estas crónicas de mi vuelo.

ANTOLOGIAS DE VUELO (POR MI) XVIII

Aceleración, desesperación y conmoción. Anhelando lo que espero, con más ansias que razones. Demencia, incoherencia, egoísmo y orgullo. Adrenalina que recorre en forma de sudor mi frente, esperando lo inesperado, encontrando lo inapropiado. Me siento sobre las cartas a leer mi pasado, no recuerdo lo que cuentan pero sí lo que se guardan. La emoción me la olvidé en aquel corazón que bajo tu almohada guardamos. Ser frio y no esperar más de lo que te ofrecen no es un buen camino, no esperar y desesperar no lleva a buen puerto. Pero ya no quedan opciones, solo resta doblegarse.

ANTOLOGIAS DE VUELO (POR MI) XVII

Cortando camino me acerco más rápido al final. Final, destino, encuentro. Encuentro o desencuentro de las sombras. Sombras de lo que soy, de lo que fui, de lo que fuimos. Acomodando las ideas, rearmando un ideal. Soledad y desintegridad, las palabras que marcan hoy el compás de este ritmo ya perdido, de este ritmo ya encallado. Hoy no encuentro los sonidos que daban formas a mi universo. La Luna más cercana hoy no está brillando, ya no me alumbra desde tu ventana. Resplandor de alguna charla, luz que retrataba lo que tu boca me contaba. Razones me sobraban para buscarte cada noche, razones me faltaban para justificar tanta busqueda sin sentido de un amor que no es amor, de una historia que no parece predicar un descenlace factible para ninguno de los dos.